Detectar a tiempo aquellas disfunciones que están limitando la actividad de alimentarse es esencial para evitar una cronificación del problema y posibles repercusiones a nivel nutricional y de salud del niño/a.

Nuestro programa de Alimentación tiene como objetivo cambiar la relación de los/las niños/as con la Alimentación, incidiendo en los objetivos sensoriales, motores y emocionales. Así mismo, ayudamos a adquirir hábitos nutricionales adecuados que favorezcan un adecuado desarrollo global.

A quien va dirigido:

• Niños/as con dificultades en la succión y/o el inicio del uso de la cuchara, en la primera etapa del desarrollo.
• Niños/as con disfunción en el Procesamiento Sensorial y/o el Control Motor: Un mal  procesamiento de la información sensorial y dificultades en las destrezas oromotoras, pueden generar patrones de defensivilidad ante determinadas texturas, temperatura, etc. produciendo el rechazo a los sólidos.
• Niños/as con patrones de Rigidez e Inflexibilidad Cognitiva: Los problemas de pensamiento dificultan la introducción de nuevos alimentos en la dieta de los niños/as.
• Niños/as con problemas de Alimentación asociados a diagnóstico médico (Trastornos del desarrollo, enfermedades de base autoinmune, trastornos de base neurológica, etc.)
• Niños/as con problemas de Base Nutricional: No llevar una adecuada dieta puede influir en las áreas motoras, emocionales y de autoestima.

Como intervenimos

Nuestro equipo está formado por profesionales de distintas áreas (terapeutas ocupacionales, logopedas, fisioterapeutas y psicólogas) especializados en los problemas de alimentación y nutrición en la infancia, los cuales utilizan enfoques y técnicas propios de su disciplina.

• Enfoque Integración Sensorial
• Modificación de Conducta
• Terapia Miofuncional
• Educación hábitos saludables y nutricionales

¿Cuándo es necesaria una valoración para descartar un problema de alimentación en la infancia?:

A continuación puede rellenar un listado de signos considerando la alimentación de su hijo/a durante los últimos seis meses. Si su hijo/a cumple con más de tres de estos signos, una evaluación de la alimentación podría estar justificada.

– Poco aumento de peso o pérdida de peso

– Asfixia, náuseas o toser durante las comidas

– Problemas con vómitos al tratar de comer o beber

– Más de un incidente de reflujo nasal

– Un incidente de asfixia traumática

– No es posible la transición a los purés de comida para bebés a los 10 meses de edad

– Incapaz de aceptar cualquier alimento sólido a los 12 meses de edad

– Incapaz de hacer la transición del biberón / botella a una taza a los 16 meses de edad

– No es capaz de dejar los alimentos infantiles (potitos y/o puré) a los 16 meses de edad

– Evita todos los alimentos con una textura específica o grupo de alimentos

– Come menos de 20 alimentos a los dos años de edad

– Gritos en la mayoría de las comidas

– La hora de comer es una batalla constante

Otros signos:

• No hubo una adecuada exploración a nivel oral durante el desarrollo.
• Ingesta restrictiva.
• Las comidas son momentos muy estresantes tanto para el/la niño/a como para el adulto.
• Problemas de conducta graves durante la alimentación.
• Persistente rechazo a los alimentos.
• Periodos de alimentación excesivamente largos (30 a 45 minutos).
• Llenado y almacenamiento de los alimentos en la boca o bajo la lengua para interferir en la ingesta de alimentos.
• Selección limitada de alimentos. En total unos 10 a 15 alimentos o menos.
• Grupos de alimentos limitados. Rechaza uno o más grupos de alimentos.
• Ansiedad y rabietas cuando se le presentan nuevos alimentos. Se atraganta o se enferma cuando se le presentan nuevos alimentos.
• Requiere que uno o más alimentos siempre estén presentes en la comida preparados de la misma manera.